Recuerdo como si fuera ayer la noche en que ese coreano me mamó el culo hasta más no poder, yo quedé sorprendida por sus grandes habilidades con su boca. Mi nombre es Amaya, tengo 21 años y esta historia sucedió cuando yo estudiaba en el liceo hace un par de años, ese coreano nunca va a salir de i mente. MI liceo era bastante reconocido y una vez vino un coreano como estudiante de intercambio, justamente me tocó estudiar con él y nos hicimos amigos rápidamente.
Recuerdo que la primera vez que lo vi pensé que era un poco extraño e introvertido, casi no hablaba con nadie y siempre estaba serio. Yo pensaba que seguramente era porque no dominaba bien el español y por eso no le gustaba hablar con personas, yo estaba muy ansiosa por hablar con él. Soy una persona bastante amigable y me gusta interactuar con todos, soy muy extrovertida y me encanta ser cariñosa, yo quería saber que ocultaba ese asiático en su mente.
Él siempre se sentaba en los puestos de adelante en la clase y yo siempre buscaba la manera de interactuar con él, siempre me sentaba a su lado. Intentaba llegar temprano al salón de clase para poder estar junto a él, poco a poco me empezó a llamar la atención, lo veía como irresistible y apuesto. Estaba empezando a sentir un fuerte deseo sexual hacia ese coreano, sentía que tenía bastantes cosas ocultas que enseñar y yo estaba dispuesta a descubrirlas
Mi amigo de intercambio estaba sintiéndose bien conmigo
Un día decidí hablarle en la cafetería, aproveché un momento en donde estábamos solos él y yo para empezar a conversar con él sin interrupciones. Le pregunté que como estaba y como se sentía en esta nueva escuela, el me respondió un poco confundido, sin embargo, me respondió lo que le pregunté y ahora sabía que ese coreano si hablaba español. Él era un poco introvertido y no hablaba casi, me parecía bastante interesante y su acento era bastante gracioso, y aun así me mamó el culo divino.
Le dije que me parecía bastante atractivo ya que desde hace mucho tiempo quería conversar con él, no pude contenerme con toda esa hermosura. Él estaba un poco sonrojado y me agradeció por eso, me dijo que yo también era muy linda y que estaba contento porque quise conversar con él. Yo no podía creer que por fin estaba hablando con el coreano de mi clase, ambos nos veíamos interesados el uno por el otro.
Por consiguiente, yo aproveché para invitarlo a mi casa y pasar un rato diferente y así conocía un poco de nuestra cultura occidental. El accedió muy emocionado y me dijo que el sábado seria perfecto, ya tenía todo listo para seducir a ese coreano y ver que tal era tener un pene asiático dentro de mi vagina. Ese día me pasé pensando en él y como habíamos disfrutado mientras estábamos en esa cafetería, mi vagina se mojaba cuando pensaba en su hermoso y fornido cuerpo.
El coreano me mamó el culo en el sofá de mi casa y yo estaba asombrada
Fui a mi casa y empecé a organizar todo para el sábado y quería que todo fuera perfecto para pasar un momento sexual junto a ese papito asiático. Limpie toda la casa y ordené todo para que se viera la casa hermosa y el invitado se sintiera a gusto, me mamó el culo muy rico esa tarde. Ya tenía lista la ropa que iba a utilizar y solamente me faltaba que fuera el día siguiente para empezar a gozar, estaba muy necesitada de pene y quería que me dieran duro.
El día sábado me levanté temprano y me alisté para recibir la visita de mi compañero de intercambio, me vestí con una ropa muy cortica y poderosa. Recuerdo que utilicé mi mejor pintura de labios y estaba dispuesta a provocar a ese muchacho para que me cogiera duro por el culo. El coreano me tocó el timbre al rato, yo estaba muy emocionada y fui a abrirle la puerta rápidamente, cuando lo vi no podía creer que ese papi había venido a mi casa.
- ¿Hola como estas?, me alegra mucho que hayas venido, pasa adelante.
- Estoy muy bien, tranquila vale la verdad siempre he querido visitar a un compañero en esta nueva escuela.
Ambos fuimos para la sala de mi casa y empezamos a conversar, el estaba muy maravillado porque las cosas son muy diferentes en comparación a su país natal. Yo le empecé a hablar de la cultura de mi país y las comidas, luego me puse muy cerca de él mientras me hablaba del Maru-Chan y no pude aguantar todo el deseo sexual que sentía. Agarré y lo besé, comencé a agarrarlo por el cuello y el estaba muy asombrado por lo que le estaba haciendo, pero después la que se sorprendió fui yo.
Desde ese día no me volvió a visitar, pero me mamó el culo como toda una bestia asiática
Ese coreano me mamó el culo como si no hubiera mañana, luego se amotinó y se vino hacia mis pantis, me arrancó toda la ropa y me dejo como a una puta desnuda. Luego empezó a gritar en su idioma raro mientras me azotaba y me colocó en el mueble y me empezó a mamar el culo, yo nunca había disfrutado tanto. Su lengua estaba rastrillando mi ano y mi vagina se estaba mojando de tanto placer, mientras hacía todo eso me frotaba el clítoris con sus manos.
Yo jalaba su cabello para que siguiera mamando, su lengua hacia cosas muy extrañas y sentía cada vez más placer. El coreano me estaba estimulando el clítoris y yo estaba como una puta carera, contenta y no quería que se terminara, se notaba en su cara que estaba gozando. Mi amigo de intercambio me mamó el culo en mi casa y era muy habilidoso con su lengua, me daba nalgadas fuertes para que sintiera más placer.
Luego de una hora de puro mamar culo yo no me pude aguantar y me corrí encima de él, mi vagina estaba inundada de leche y se me salió un pedo. El coreano cuando vio eso se sintió asqueado, se vistió y se fue de mi casa. Después de ese día se molestó conmigo, pero no olvidaré lo rico que la pasé cuando me mamó el culo durante toda una hora casi me cago encima.