Follando con mi mejor amiga y su hermanito 

Esta es una historia completamente verdadera: cómo terminé follando con mi mejor amiga y su hermanito.

 Cuando estábamos entrando en la etapa adolescente, mi mejor amiga y yo, teníamos las hormonas a flor de piel. Siempre hablamos de chicos y queríamos saber qué se sentía follar. 

Sabíamos un poco del tema porque un par de años atrás conseguimos unas películas porno por internet y las personas en la cinta parecían disfrutarlo mucho. Quedamos con esas imágenes en la mente y siempre hablamos de ello. 

Una noche tuvimos una pijamada juntas y en medio de la madrugada nos despertamos para hablar sobre tonterías, sin embargo, unos gemidos nos atrajeron hasta la habitación de sus padres. 

Al llegar vimos a su papá metiendo su pene, muy fuerte dentro de la vagina de su madre, quien gemía de placer. 

Estuvimos mirando por unos minutos sin que se dieran cuenta, luego volvimos a la habitación para que no nos descubrieran. 

Nos acostamos juntas en la cama y yo le pregunté a Tati, mi amiga, si ella también había sentido cosas en su vagina. Ella me respondió que sí, también me dijo que su coño se había puesto muy húmedo. 

Ambas recordamos que en la cinta que vimos hacía un par de años, dos chicas se tocaban y lamían sus coños. Por lo que, decidimos imitar aquello, para averiguar qué se sentía. 

Comenzamos con un beso en la boca. Ella me metió la lengua y yo se la chupé con mi boca. Tati se subió encima de mí y me besó con mucha pasión, mientras movía sus caderas con ritmo, sobre las mías. 

La primera vez que terminé follando con mi mejor amiga

Mientras nos besábamos mutuamente frotábamos el clítoris de la otra con una mano. Fue una buena sensación. 

Después, nos desnudamos completamente y nos pusimos en posición 69 para darnos un oral. 

Su lengua se deslizaba por mi clítoris suavemente y la mía se deslizaba sobre su coño. Sus jugos empaparon mi cara y los mías la de ella. Después de unos minutos tuvimos lo que sería nuestro primer orgasmo juntas. 

Desde entonces nuestras pijamadas se hicieron más frecuentes, y por supuesto, en todas terminaba follando con mi mejor amiga. 

Continuamos en esto por un año aproximadamente, hasta que un día, estábamos como de costumbre en una pijamada, pero sus padres nos dejaron solas cuidando a su hermanito menor porque ellos irían a una fiesta un par de horas. 

Estábamos ansiosas de que el niño se durmiera para follar duro. Habíamos planeado desvirgarnos con una berenjena. Sin embargo, Samuel no se dormía y quería estar con nosotras en la habitación. Decidimos finalmente que tendría que participar. 

El chico estaba muy niño, por lo que tuvimos que explicarle que era un juego y que debía usar su pequeño pene para hacernos cosquillas. Él no se negó y estaba muy interesado. 

Ambas lo desnudamos y tocamos su pequeña cosita. Él se excitó y rápidamente tuvo una erección. 

Decidimos turnarnos para darle un oral. Primero fui yo y Tati se encargaba de chuparme el coño. Luego, cambiamos de lugar y continuamos así por unos minutos. 

Follando con mi mejor amiga y su hermanito 

Yo estaba muy emocionada de estar follando con mi mejor amiga y su hermanito. Me acosté sobre la cama y puse al chico cerca de mi coño. Le expliqué que debía meterlo en el agujero y empujar con fuerza varias veces. 

Guíe su polla dentro de mi coño y le dije que empujara duro, el lo hizo y ambos gemimos de placer. 

Tati se acercó a mi boca y mientras su hermanito me follaba ella metía su lengua hasta mi garganta. 

Después de unos minutos tuve un orgasmo y me corrí sobre su pene. El chico todavía estaba erecto y parecía querer más, así que era el turno de que se cogiera a su hermana. 

Tati tomó mi lugar y agarró la polla dura de su hermanito para introducirla en su coño. Ella lloró un poco al principio porque su coño era más apretado que el mío, pero después de un par de minuto estaba feliz. 

Ella se subió encima de su hermano y estaba saltando feliz hacia arriba y hacia abajo con su pene dentro. El chico no aguantó más y se corrió dentro de ella, disparando una enorme carga de semen transparente dentro de su hermanita. Al mismo tiempo ella tuvo un orgasmo y empujaba fuertemente contra las caderas de Samuel para que la polla le tocara en lo más profundo. 

Eso fue increíble chicas, todavía tengo ganas de más ¿Podrían hacer nuevamente lo que hicieron con sus bocas? Nos dijo Samuel emocionado con su polla dura como una roca. 

Nosotras también queremos probar esas cosquillas con la boca, así que primero debes hacérnoslas tú. Le dije, acercándolo a mi coño. 

Follando con mi mejor amiga y su hermanito 

Follando con mi mejor amiga su hermanito me dio un oral 

Le dije cómo debía mover la lengua. También le dije que introdujera su lengua en el orificio y que chupara mis labios como si fuera un caramelo. Él lo hizo tal y como se lo expliqué. 

El niño me daba un oral más candente de los que me había dado Tati, pero no se lo dije para que no se sintiera mal y siguiera follando conmigo. 

Estuvo ahí por un par de minutos y de repente, Tati se metió en medio de las piernas de su hermano para darle una mamada. El chico gemía fuerte con su cara enterrada en mi coño, hasta que tuve un orgasmo y le llené el rostro con mis fluidos. En este momento, le dije que abriera la boca y la pusiera en el orificio y que chupara con fuerza para que succionara todo el líquido. Él lo hizo obedientemente. 

Me hice a un lado porque estaba exhausta, pero los hermanitos siguieron en lo suyo. Tati le daba la mamada a Samuel y él estalló vertiendo su inmaduro semen en su garganta. 

De repente, la puerta de la habitación se abrió y entró su padre. Fue una gran sorpresa, pero el viejo no se molestó sino que nos obligó a follar con él, pero… esa es otra historia