Nunca voy a olvidar esa ocasión, fue demasiado perturbadora, nunca antes me había sentido tan incomoda y no esperaba que mi primo hiciera eso. Mi nombre es Ambar, tengo 20 años, tengo un buen cuerpo, soy de piel clarita y tengo una mirada seductora que llama la atención de cada hombre que se pasa por mi camino. En fin, yo tengo un primo que lleva internado en el psiquiátrico desde hace dos años, una vez lo fui a visitar y me folló en el cuarto de los locos, fue una experiencia traumática, nunca creí que conseguiría placer en esa situación.
Esta historia sucedió hace algunos meses, fue bastante fuerte para mí, no quise contárselo a nadie, me sentía muy traumatizada y decidí quedármelo yo sola, pero creo que es momento de desahogarme. Normalmente mi familia y yo vamos a visitar a mi primo para el psiquiátrico todos los fines de semana el día de visitas, el es tranquilo, pero lo tuvieron que internar por motivos muy personales.
Nunca nos contaron porque internaron a mi primo hace dos años, se crearon muchos rumores, pero ninguno era cierto, él tiene mi edad 20 años, es bastante apuesto y me la llevo muy bien con él. Por eso, siempre lo voy a visitar, el normalmente se comporta como siempre se ha portado toda la vida y tenemos conversaciones muy interesantes. Mis familiares y yo vamos todos los fines de semana para conversar con él, le llevamos comida, jugamos juegos de mesa y hacemos las típicas cosas de familia.
Me gustaba visitar a mi primo porque me estaba empezando a llamar la atención
A veces, mi familia se va a comprar cosas en un establecimiento que queda cerca de ese lugar y yo me quedo sola hablando con él, no voy a negar que me gusta mucho hablar con él a solas. Porque puedo notar que se apena un poco hablando con mis padres y mis tías porque son personas viejas, pero cuando yo hablo con él es otra cosa, nuestras conversaciones fluyen mucha más. Luego fue que me folló en el cuarto aquella tarde.
Mi primo con el pasar del tiempo mientras más conversábamos me empezaba a llamar la atención mucho más, no sabia lo que me estaba pasando, me daban ganas de visitarlo todos los días. Sin embargo, eso no lo podía hacer, ya que, el solamente podía recibir sus visitas los fines de semana, yo notaba que le llamaba la atención, obviamente, soy una chica muy linda y llamativa. Al principio me ponía un poco insegura porque el es mi primo y nunca he estado con alguien de mi familia, no es algo que sea muy normal.
Entonces, fui yendo todos los fines de semana para donde él estaba e iba demostrando interés en él cada vez más, yo notaba como le gustaban todos los detalles que le obsequiaba y la forma en que lo trataba cada día. Mi primo es muy lindo, adorable y gracioso, me encantaría que no estuviera internado en ese lugar para poder verlo todo el tiempo, disfrutarlo mucho y que sea solo mío.
Aproveché que mi familia no iba a venir al psiquiátrico y mi primo me folló en el cuarto blanco
En fin, esta historia demente sucedió un sábado, ese día mis padres me dijeron que no podríamos ir porque ellos tenían una emergencia laboral y no tendríamos tiempo para visitarlo. Yo me puse un poco triste y no estaba dispuesta a dejar de ver a mi amado primo ese fin de semana, así que me arreglé muy candente y fui para el psiquiátrico. Mi primo se sorprendió al ver que llegué sola sin mis familiares, no podía creer que lo había ido a visitar por mi cuenta propia. Fue mi peor error ese loco me folló en el cuarto blanco por andar de saltona.
Me dijo que estaba emocionado porque le habíamos dicho que no lo podríamos visitar y me aparecí yo, su primita amada. Yo le dije que también estaba muy feliz de poder verlo y que no podía pasar una semana sin verlo, le dije que lo amaba mucho y que quería pasar mucho más tiempo con él, aprovechando que estábamos solos. Luego ambos nos abrasamos y empezamos a darnos cariño, era el momento perfecto para demostrarle mi cariño a mi primo porque no había nadie con nosotros ni gente observando.
Mi primo se empezó a excitar en el cuarto en donde estábamos y me estaba seduciendo, me decía cosas muy sensuales y cochinadas a la vez. Yo estaba un poco aterrada porque había gente viéndonos y se puso un poco enfermo, tenia una cara de psicópata y quería cogerme a toda costa, yo también quería porque me gustaba mucho.
Me folló en el cuarto de los locos y yo quedé adicta sus embestidas y a tener su lechita en mi panocha
Sentí mucho temor de lo que me fuera a hacer, me comenzó a arrancar la ropa y quedamos totalmente desnudos, luego comenzó a morderme las tetas, me dolía demasiado pegaba gritos de dolor y placer a la vez. Mi primo me folló en el cuarto por andar de cachonda vistiéndome como zorrita, luego me empezó a meter su gigantesco pene que tenia años sin coger y me empezó a dar embestidas alocadas.
Me cogió durísimo y mi mayor temor era que alguien entrara y viera las cochinadas que estábamos haciendo, su pene es demasiado inmenso y me rompe mi vagina, no aguantaba tanto pene. Mi primo siempre estaba diciéndome que era su pequeña puta y que deseaba que estuviera internada con él para matarme a pura cogía, yo le pertenecía en ese momento y el estaba haciendo lo que se le antojaba.
Se estaba riendo como trastornado mientras azotaba mi culo y oía mis sollozos de dolor, allí me di cuenta de porque estaba internado en ese lugar, era un singador empedernido. Me siguió rompiendo mi panochita mientras se estaba matando a carcajadas y luego me acabo adentro de mi vagina, sentí ese chorrero de leche dentro de mí.
Nunca me había sentido tan traumatizada por tener sexo, mi primo me folló en el cuarto de locos, lo peor fue que me empezó a gustar y lo empezamos a hacer cada fin de semana. Desde ahora era su loquita ninfómana.