Mi amigo de la carnicería estaba muy provocativo y me metió salchichón

Recuerdo cuando siempre iba para el mismo sitio a ver a un hombre muy hermoso y fornido que siempre estaba atendiendo, me fascinaba observarlo. Su cuerpo era demasiado rico, siempre estaba bien perfumado y cada vez que le iba a comprar algo me trataba muy lindo y me daba toda su atención. Luego, ese chico se convirtió en mi amigo de la carnicería, como olvidar cuando tuvimos un momento a solas y me llevó para el matadero aquella noche.

Mi nombre es Valeria, tengo 18 años y me encanta salir con hombres, me fascina tener a alguien a quien abrasar cuando me siento triste o me sienta sola. Desde que era muy pequeña a mí me encantaba estar con chicos, son muy lindos, me tratan como si fuera una reina y me consienten mucho. Sin embargo, para ese entonces no tenia ningún novio y no conocía ningún otro chico para Salir con él, por eso pensaba únicamente en el chico de la carnicería.

Entonces siempre cuando tenia tiempo y no estaba en mi casa iba a una carnicería que quedaba un poco cerca de mi casa para ver a ese hombre divino. En ocasiones me imaginaba como seria estar en la cama con ese hombre y sentir todas esas cosas ricas que me haría si me tuviera sin ropa. Yo siempre notaba como se le marcaba el pene en su pantalón, se veía demasiado grande y quería que me lo metiera en su boca.

Mi amigo de la carnicería era muy lindo y amaba pasar tiempo junto a él

Llegue a ir tantas veces que hablar con él ya se me hacía fácil, empezamos a interactuar más y a conversar cada vez que iba a comprar carne. El era demasiado divertido y me parecía muy interesante, siempre tenia buenos temas de conversación para hablar conmigo, se veía muy interesado. Entonces el chico que veía siempre se convirtió en mi amigo de la carnicería y me encantaba pasar mucho tiempo con él y disfrutar de su hermosa y cómoda presencia.

No podía creer que ese maravilloso chico y yo llegáramos a conversar tanto y a ser tan íntimos, cada vez éramos más unidos y hablábamos de temas más profundos. En algunas ocasiones salimos para la playa y a comer, fueron momentos amistosos, pero se sentía una vibra un tanto sexual, yo sentía que él quería coger conmigo.

Sin embargo, después de esas dos veces que salimos, no lo pudimos hacer nuevamente, ya que, mi amigo se la pasa trabajando y no puede librar, cuando tiene días libres tiene que hacer cosas personales. Yo necesitaba pasar tiempo con él a solas para poder sentir su pene dentro de mi garganta y así poder ahogarme con su semen, necesitaba invitarlo a mi casa o a cualquier lugar donde podamos coger.

Yo no me iba a rendir tan fácilmente, no podía salir con mi amigo de la carnicería, pero, aun podía seguir visitándolo a su negocia para poder verlo. Tal vez era un poco irritante, pero no me importaba porque yo estaba segura de lo que quería y estaba segura de que él quería lo mismo que yo. Entonces, iba a cada rato para poder conseguir un momento a solas junto a mi macho, en su negocio solamente trabajaba su madre y él.

Por suerte, mi amigo de la carnicería y yo estábamos a punto de tener sexo en la carnicería

Para mi suerte, un día que yo estaba allí a la mamá le tocó salir de emergencia, tenia unas cosas que hacer y nos dejó a ambos a cargo de la carnicería. Era perfecto, ya estaba todo listo para que ese chico me llevara para el matadero, ambos nos quedamos viendo con una cara muy extraña y empezamos a conversar y divertirnos en su local. Luego de un rato yo me empecé a poner muy sensual, me senté en sus piernas y comencé a mover mi culo contra su pene para que se le parara y efectivamente así pasó.

Mi amigo de la carnicería ya estaba excitado, su pene se sentía en mi culo, venoso, inmenso y estaba demasiado rico. Luego cuando yo volteo a verlo empezamos a besarnos, sus labios eran carnosos y su lengua se rozaba contra la mía, era uno de los besos más ricos que alguien me ha dado. Cerramos la carnicería y nos quedamos adentro, empezamos a desnudarnos y él me empezó a coger muy duro por la chocha, su pene me estaba bombeando y quería que me soltara a chorros.

Mi vagina ya estaba totalmente mojadita, estaba esperando ese momento desde hace varias semanas, el me estaba cogiendo muy duro mientras me agarraba por el cuello. Yo me sentía un poco ahorcada, pero me fascinaba que me maltratara y que me hiciera sentir como si fuera su puta barata. Él me decía cosas sucias mientras me lo estaba metiendo, me gustaba escuchar su respiración agitada mientras cogíamos, yo le gemía mucho.

¡Me llevaron al matadero y me fascinó sentir todo ese semen en mi culo, que rico me coge mi amigo de la carnicería!

Luego de unos 30 minutos de penetración intensa por la vagina, él empezó a meterme su pen por mi culo, yo estaba muy ansiosa y quería sentirlo. Lo fue dilatando poco a poco hasta que lo logró y me metió todo su fierro por mi ano, me dolió y me gustó demasiado. Soy una puta loca, me fascina que me cogían por el culo y ese chico me metía los dedos en la totona mientras me cogía por detrás.

No podía creer que uno de mis sueños se hacía realidad, estaba cogiendo duro con mi amigo de la carnicería y no quería que terminara. Yo gemía a montones mientras su venoso sangriento me azotaba por el culo, que rico recordar cuando me agarraba por el cuello, su verga metida en mi culo y sus dedos en mi panochita. Seguimos cogiendo durante un tiempo y luego, por fin logré sentir como si jugoso pene se venia dentro de mi culo, el culo me quedó caliente y chorreando lechita.

Ambos quedamos satisfechos y muy exhaustos, logramos hacer lo que tanto queríamos y estábamos conscientes de que cuando los padres se fueran íbamos a coger duro. Ahora mi amigo de la carnicería era mi nuevo papi y quería que fuera solo para mí.