Mi jefe me cogió en la cocina del restaurante chino, ¡me metieron la lumpia!

Mi nombre es Fabiola, tengo 23 años y desde hace poco tiempo empecé a trabajar en un restaurante chino porque me mudé de mi país y necesitaba empezar a trabajar. Al principio me fue un poco difícil y trabajaba muchísimo, fue uno de mis primeros trabajos y no tenía mucha experiencia haciendo nada. Aquella vez que mi jefe me cogió en la cocina mientras yo estaba sirviendo unos pedidos y me metió la lumpia por el culo, fue uno de los momentos más alocados de mi vida.

Me mude a un pequeño departamento en el que vivo yo solita y me la paso trabajando tiempo completo, son muchas horas las que me la paso en ese restaurante. Ya me he acostumbrado a estar en ese lugar, ya me hice amiga de los que trabajan conmigo y mi jefe empezó a tenerme algo de cariño y ya no me trata tan mal. A veces, sentía que mi jefe quería tener algo más que una relación laboral conmigo, me miraba de una forma muy extraña cuando estábamos los dos solos.

No me la pasaba mucho tiempo con él, ya que, siempre estaba muy ocupado y yo me la pasaba atendiendo mesas porque era la mesera. Siempre estaba muy ocupada durante mi jornada laboral, lo que me encantaba de ese trabajo es que veía muchas personas. Normalmente venían hombres lindos a diario, eran muy fornidos, adinerados y siempre estaban vestidos con ropa fina, tristemente siempre estaban con sus parejas.

En mi trabajo me iba muy bien, mi jefe me estaba empezando a tratar diferente al resto

Sin embargo, yo disfrutaba siempre, los atendía con una picardía buscando que algunos me quitaran el número o la tanga por lo menos. Sinceramente en ocasiones a algunos les llamé la atención y me llegaron a quitar el número, pero eran muy pocas veces las que lograba un encuentro sexual con uno de ellos. Yo no tengo pareja ni novio, siempre me la paso aburrida en mi cama cuando estoy en la casa, me encantaría tener alguien para coger.

En el trabajo me iba muy bien, yo estaba como pez en el agua, dominaba todo y ya andaba cómoda con todo lo que hacía. Si me incomodó un poco cuando mi jefe me cogió en la cocina una tarde que quedamos los dos solitos, pero al rato me empezó a gustar todo lo que me hacía. Todo empezó un día viernes, normalmente los viernes trabajamos hasta temprano, sin embargo, ese día mi jefe me pidió que me quedara hasta tarde. Si me pareció algo extraño, pero no me iba a negar porque me estaban considerando como una trabajadora importante, no sabía todo lo que me iban a hacer esa tarde.

Mi jefe quería que me quedara esa tarde porque tenia que hacer un ajuste de cuentas y me necesitaba para que lo ayudara con algunas cosas, quería que fuera como su asistente. Primero nos sentamos en la mesa y el empezó a sacar las cuentas, el me pedía que le ayudara a calcular unos porcentajes y cifras y hasta allí todo iba bien. Yo en ocasiones veía como me observaba lentamente y me miraba disimuladamente con una cara de deseo, me puse un poco nerviosa, pero quería que me cogieran duro. Me cogió en la cocina y yo quede como enloquecida.

¡Mi jefe me cogió en la cocina esa tarde y yo estaba muy ansiosa por recibir pene, pero la lumpia fue mucho mejor!

En un momento mi jefe me dijo que le estaba empezando a dar hambre y me preguntó si sabia cocinar algo, obviamente le dije que sí. Luego, me fui directamente a la cocina a preparar comida china para mi jefe y para mí. Empecé a cocinar y todo estaba bajo control, quería sorprenderlo con mi comida y que le diera mucho placer para llamar su atención y poder progresar con él.

En una de esas veo que entra mi jefe para la cocina, yo me puse nerviosa, no esperaba que el fuera a entrar, ese hombre me cogió en la cocina. Él se empezó a acercar hacia mí y me suspiraba lentamente por el cuello y me hablaba en voz baja, yo estaba nerviosa y mi vagina se estaba empezando a mojar. Luego mi jefe se fue quitando la ropa hasta quedarse completamente desnudo, pude notar su pene gigantesco, lo vi y me dieron ganas de llevármelo a la boca.

El me agarró por detrás y me quitó los utensilios de la mano, me fue desabrochando la ropa poco a poco, yo lo ayude para agilizar el proceso. Luego me puso en 4 y me empezó a azotar por el culo, mis nalgas estaban empezando a sonrojarse, ese hombre estaba haciendo que mi vagina se mojara mucho.

Ese hombre me cogió en la cocina y se devoró esa lumpia que estaba en mi panochita como si fuera un snicker

En la mesa estaban algunas de las cosas con las que estaba cocinando, él ya estaba excitándose mucho y agarro un pote de mayonesa y empezó a untármela en la panocha, se sentía viscoso, pero muy placentero, no voy a negar eso. después de que ya había lubricado mi vagina con toda esa mayonesa me agarró y me introdujo una lumpia por allí, ambos teníamos hambre de sexo con todo esto que estaba sucediendo. Mi jefe me cogió en la cocina como todo un gordo hambriento.

Esa lumpia estaba entrando y saliendo de mi vagina, mi clítoris estaba siendo estimulado por los dedos de mi jefe y todo estaba muy rico, no aguantaba tanto placer. Cada vez estaba gimiendo más fuerte y podía observar la cara de perversión que tenia mi jefe, estaba disfrutando mientras me profanaba la vagina con su lumpia enchumbada de mayonesa. Mientras me hacia todo eso me estaba nalgueando, amaba sentir palmadas en mi culo mientras me metían cosas por la chocha.

Luego de un rato no pude aguantar más, tuve que correrme de tanto placer, en le momento en que lo hice mi jefe quedo muy contento. Después, sacó la lumpia de mi vagina toda húmeda con todos mis deliciosos fluidos y se atraganto con ella como si fuera un pene divino. Cuando mi jefe me cogió en la cocina fue uno de los momentos más placenteros y alocados de mi vida.