Mi nombre es Julieta, soy una mujer de 50 años y estoy casada con el mismo hombre desde hace 25 años, nuestra relación va bien, pero se ha vuelto rutinaria y aburrida en el sexo. Sin embargo, mi esposo y yo llevamos nuestras aventuras sexuales a otro nivel. Soy una mujer bastante sexy, tengo unos senos pronunciados, unas nalgotas que hacen voltear a todos los hombres y mi actitud es bastante sensual y llamativa.
Mi esposo se llama Juan, también es un señor atlético de unos 48 años de edad, apuesto y muy activo sexualmente hablando, pero con el tiempo el sexo se ha vuelto aburrido. Nosotros somos dos personas muy liberales, hemos cumplido con muchos de nuestros fetiches y fantasías sexuales desde que éramos jóvenes. Esa es la razón por la que creo que el sexo se ha vuelto bastante aburrido, no es tan divertido tener sexo con la misma persona durante más de 25 años.
Ambos estábamos conscientes que las cosas se estaban tornando aburridas y siempre era mas de lo mismo, por esa razón mi esposo y yo decidimos llevar nuestras aventuras sexuales a otro nivel. Siempre habíamos querido tener sexo con otro participante, lo habíamos comentado en varias ocasiones, pero nunca habíamos conseguido a la persona indicada para satisfacernos. Entonces, un día le vuelvo a comentar que sería una solución para nuestros problemas sexuales, el estaba emocionado por la idea, el problema era quien iba a ser el tercer participante.
Mi esposo y yo estábamos aburridos y queríamos llevar nuestras aventuras sexuales al máximo nivel
Mi esposo y yo estábamos convencidos de que íbamos a tener un trío con una persona, además quería que fuera un muchacho joven con un pene grande. Mi esposo me preguntó como deseaba que fuera el joven con el que íbamos a hacer el trio y yo le dije todos los parámetros que iba a tomar en cuenta. Debía ser un chico alto, aseado, pulcro, con un pene enorme y los mas importante que fuera una persona liberal que acepte satisfacer nuestra lujuria sexual.
Aunque no parezca no eran muchas exigencias, no me importaba quien fuera la persona, solamente tenía que cumplir con esos parámetros. Comenzamos nuestra desesperada búsqueda para lograr tener la mejor aventura de nuestras vidas, fuimos a gimnasios y bares nocturnos para ver si conseguíamos a alguien. Sinceramente si hubo algunos candidatos, pero los que estaban dispuestos no llenaban mis expectativas y no tenían un pene grueso como los que me fascinan.
Entonces, duramos varias semanas en conseguir el hombre ideal para que nos acompañara en nuestra noche de pasión, estábamos a punto de darnos por vencidos. Sin embargo, mi esposo recordó que había un muchacho nuevo en su compañía que tenia como unos 32 años que cumplía con casi todo lo que estábamos buscando. Juan decidió hablar con el chico durante el trabajo e invitarlo a una cena para “hablar acerca del trabajo”, nuestro plan estaba casi listo.
Necesitábamos seducir a ese muchacho para satisfacer nuestra lujuria sexual
La cena de mi esposo con el joven que trabajaba en su compañía se había pautado para un viernes, cuando llegó el día decidimos arreglarnos lo más elegantes posible. Obviamente yo los iba a acompañar para hacerle la propuesta al muchacho y convencerlo de que nos acompañara en nuestras aventuras sexuales. Me vestí lo más coqueta posible, con un vestido rojo que tenia un escote muy pronunciado y hacia que se me vieran las nalgas grandísimas, me pinté los labios de rojo y me puse unos tacones altos.
Llegamos al lugar donde íbamos a comer y el chico nos estaba esperando sentado en una mesa, era un joven negro, hermoso y bastante sensual. Llegamos a la mesa donde estaba y empezamos a interactuar con el muchacho, mi esposo lo saluda y me lo presenta, el nombre del chico es Mamberri.
Juan: vaya que te vestiste muy elegante la noche de hoy Mamberri, me alegra bastante que hayas podido venir.
Mamberri: muchísimas gracias señor Juan, veo que ustedes también vienen bastante arreglados, de hecho, no sabia que iba venir acompañado de su hermosa esposa.
Juan: si, tienes razón no te había dicho ese detalle, justamente te quería hablar acerca de eso. Realmente no vinimos a cenar a este lugar por asuntos del trabajo, venimos para hacerte una propuesta picante y un tanto alocada.
Mamberri: ya me parecía algo extraño que me había invitado para “hablar de trabajo” jeje, pero si me gustaría saber de que tipo de propuesta estamos hablando.
Ya estábamos a punto de variar nuestras aventuras sexuales
Juan: bien, mi esposa y yo últimamente hemos querido tener sexo con otra persona, un muchacho joven, apuesto y bien dotado, y tu eres la persona ideal. Mi esposa piensa que eres un joven muy apuesto y nos gustaría saber si estas interesado en quedar con nosotros para un trio, para que puedas azotar a Julieta en la cama junto a mí.
Mamberri: wuao sinceramente no me esperaba eso, su esposa es bastante atractiva y llama mucho mi atención. También me siento halagado porque me hayan considerado para cumplir su fantasía sexual, díganme que día quieren que tengamos nuestro encuentro casual.
Yo: jeje me excita que te encante la idea, eres un jovencito muy apuesto y se nota que tienes una verga muy grande. Podríamos vernos mañana en nuestra casa si así lo deseas, espero que te vistas muy guapo y que seas puntual.
El joven Mamberri acepto para quedar con nosotros para el día siguiente en la noche para que me cogiera duro por mi culo y me dejara gritando de dolor. Mi esposo y yo estábamos muy emocionados, por fin habíamos conseguido a un chico para cumplir nuestras aventuras sexuales, ya estaba ansiosa por tener dos pipes dentro mí. Entonces, Juan y yo alistamos todo para el sábado, decoramos la casa con velas aromatizantes y la acomodamos muy bien, queríamos que fuera un momento muy especial.
Ya nos habíamos vestido para la ocasión y estábamos esperando a mi regalito de navidad, aun era temprano y no había llegado. Pasaron 2 horas y tocaron la puerta, abrimos y era Mamberri que estaba muy guapo y se veía irresistible, no quería esperar para atragantarme con ese regazo.
Yo: hola Mamberri, estás demasiado lindo esta noche, te ves irresistible y ya quiero que me devores en la cama.
Llegó el momento esperado y ya deseaba sentir ese pene dentro de mi vagina
Mamberri: muchas gracias por el cumplido Julieta, también estoy loco por penetrarte fuertemente y hacerte gritar como toda una puta profesional.
Entramos a la casa rápidamente y nos fuimos directo para mi cuarto, sin cafecito ni nada, íbamos directo al matadero, queríamos tener sexo alocado y espontaneo. El hombre me lanzó en mi cama y me empezó a quitar la ropa sin nada de delicadeza, yo me estaba empezando a sentir violada. Mi esposo estaba en shock solamente se quedó observando mientras grababa, la intensidad que tenía Mamberri por romperme la totona no era normal.
Me dejó completamente desnuda en mi cama, se quitó toda la ropa y allí pude ver ese pene enorme y venoso, fue amor a primera vista. Me comenzó a mamar la vagina mientras estábamos acostados, yo me sentía muy excitada y su lengua estaba dentro de mí, me succionaba con fuerza y se sentía riquísimo. Ya mi vagina estaba húmeda y dilatada después de tantos lengüetazos que me había dado esa bestia sexual, luego se montó encima de mí con su pene enorme y empezó a frotármelo en mi chocha. Esta era de nuestras aventuras sexuales más intensas.
Yo: ohhh que rico papi quiero que sigas hasta que me dejes coja, deseo que me explotes durísimo.
Mamberri: cierra la maldita boca, voy a cogerte duro hasta que tu vagina quede irritada y me pidas que me detenga, pero no voy a parar.
Nuestras aventuras sexuales nunca habían sido tan fenomenales como la que tuvimos aquella noche con el treintañero
Estaba excitada, pero al mismo tiempo sentía pánico, el muchacho esta alocado y ya tenia su verga dentro de mi vagina, no había vuelta atrás. Yo estaba teniendo un polvo dark, Mamberri estaba intenso y me estaba azotando muy duro, yo gemía como su fuera una adolescente recién violada. Cuando volteo veo a mi esposo que estaba con el pene afuera masturbándose mientras me grababa y el treintañero estaba dándome pipe trancao y yo no aguantaba ese pene dentro de mí.
Mi esposo por nada del mundo se acercó a mí, porque la bestia sexual que trajimos a la casa estaba amotinada y si me esposo se acercaba a mí quizás Mamberri se lo terminaba cogiendo a él. Yo estaba recibiendo la mejor cogida de todas, era bastante intensa, dura y alocada, estaba gimiendo como loca mientras me rompían el coño. En un momento vi que el muchacho se puso mas alocado, empezó a bombearme muy rápido y esta gritando como bestia, duró así 5 minutos y me bañó la panocha de semen, me sentí como una puta muy caliente.
Mamberri ya se había calmado y después nos empezamos a limpiar nuestros cuerpos después de toda esa penetración descomunal. Nos vestimos y luego le fuimos a abrir la puerta a el muchacho, mi esposo y yo quedamos traumados después de esa cogida. Fue de nuestras aventuras sexuales mas alocadas de toda la vida, yo estaba muy adolorida, pero al mismo tiempo estaba satisfecha porque me cogieron duro.