Seduje a mi vecinito y terminó cogiéndome muy rico

En esta historia voy a contar acerca de la vez que provoqué a mi vecinito y terminó cogiéndome muy rico, me encanta seducir a menores. Mi nombre es Daliana, tengo 21 años y soy una mujer muy apuesta, carismática y alocada, las personas me dicen a menudo que soy muy sexy. Yo vivo en una urbanización muy bonita donde viven bastantes personas contemporáneas con mi edad, salir a conversar con mis amigos era muy entretenido y divertido, sin embargo, ninguno de mis amigos me llamaba la atención, me gustan los niños menores.

Por donde vivo también se la pasan niños jóvenes como de 14 a 16 años que son bastante apuestos y se ven muy excitantes para mí. Había uno en especial que llamaba mucho mi atención y su nombre era Manuel, tenía 15 años y era muy fornido para la que tenía, podía notar como se le marcaba su pene. Por suerte yo tenia un hermanito que era amigo de él y en ocasiones iba para nuestra casa a jugar y a divertirse con mi hermano mientras hacían cosas de niños.

El y yo nos llevábamos bastante bien, yo siempre trataba muy bien a todos los amiguitos de mi hermano, les daba cariño y algunos enloquecían conmigo. Claro yo lo hacia solo por juego y porque de verdad yo soy muy cariñosa y me gusta tratar bien a todo el mundo. Pero a Manuel en especifico lo trataba de una manera muy especial, mi vecinito era bastante cariñoso conmigo y ambos nos llevábamos muy bien, quien diría que me terminaría cogiéndome muy rico como me fascina que me den.

Mi vecinito era bastante sexy y deseaba con ansias tener sexo con él

Nuestra casa tiene bastantes cosas para entretenerse, tiene una mesa de pool, un Xbox y muchas cosas con las que podemos jugar cuando nos aburrimos. Por eso es que mi hermano siempre trae a sus amigos para la casa y se la pasan metidos aquí casi todo el tiempo y yo aprovechaba para sonsacar a Manuel. Yo solía decirle que era muy apuesto y me le sentaba en las piernas para ver como reaccionaba, siempre que hacía eso se le paraba en pene y yo movía mu culo.

Él siempre se ponía rojito y apenado, ya gemía un poco para que se excitara, pero él se apenaba todo porque siempre había personas alrededor. Yo trataba de disimular para que mi hermanito no se diera cuenta ni nadie a nuestro alrededor, pero yo creo que Manuel ya se estaba dando cuenta que no lo estaba haciendo jugando. Yo necesitaba que ese niño estuviera dentro de mí y me que me hiciera sentir placer, era demasiado hermoso y lo deseaba en mi cama.

Entonces siempre buscaba la forma de ponerme a cerca de él y provocarlo poco a poco hasta que se volviera adicto a todo lo que le hacía, soy muy perra cuando quiero que alguien me folle. Por suerte mi hermano y yo siempre nos hemos llevado muy bien y siempre hacemos cosas juntos, por eso siempre me dejaba estar con él mientras había visitas. Casi nunca me podía quedar a solas con Manuel porque siempre se la pasaban todos en grupo y mi hermano nunca los dejaba solos, así que yo estaba desesperada y ansiosa por conversar con ese chico.

Deseaba que ese niño terminara cogiéndome muy rico mientras yo gozara como una puta golosa

Sin embargo, esto no iba a detenerme de sonsacar a mi vecinito porque quería que me terminara cogiéndome muy rico mientras me excita con su pene. Entonces aproveché un día que mi hermano no estuvo en la casa porque tenia que salir a comprar unas cosas y decidí invitar a Manuel a mi casa para ver qué tan grande tenía su pene. Él al principio dudo un poco, ya que, le parecía raro que lo invitara sobre todo porque no iba a estar mi hermano, pero yo me esforcé en convencerlo y al final logré lo que quería.

Le dije que viniera para la casa en la tarde y yo me arreglé con la ropa más sexy que tenía en mi vestidor y estaba segura que iba a salir cogida esa tarde. Ya estaba lista y solo faltaba que mi vecinito llegara, el timbre sonó y lo primero que hice fue abrir la puerta y me encuentro a Manuel todo hermoso y divino, estaba muy sensual y olía a hombre.

  • ¿Hola Manuel como estas mi amor? Ven y pasa para que empecemos a disfrutar.
  • Hola Daliana, estoy muy bien que linda eres por preguntar, muchas gracias por invitarme.

Luego ambos pasamos para la casa y nos pusimos en el mueble a ver películas mientras conversábamos, yo estaba muy cerca de él mientras lo acariciaba para que se excitara. El pene de ese niño se estaba empezando a parar y yo no me pude contener, mientras estábamos acostados en el mueble le empecé a agarrar el pene y metí mi mano en su bóxer.

  • Ayy que rico tienes ese pene, desde hace mucho tiempo que deseaba manosearlo y sentirlo dentro de mí, pero nunca habíamos tenido un momento a solas tu y yo.

Invite a mi vecinito a mi casa y terminó cogiéndome muy rico, me eyaculó en mi pancita y yo estaba satisfecha

Para mi sorpresa, cuando dije eso Manuel se excitó mucho y me empezó a desnudar y se quitó su ropa y me empezó a manosear la vagina. Ese niño sabía lo que yo quería, estaba dándome mucho placer y en cuestión de segundos ya me estaba metiendo su pene, era bastante grande para tener 15 años. Manuel estaba cogiéndome muy rico y yo estaba como una puta golosa, su pene me estaba bombeando en la vagina muy fuerte y ambos estábamos gimiendo de tanto placer que emanábamos.

A pesar de que su pene era muy grande aun era un poco inexperto en esto, pero yo estaba disfrutando mientras ese niño me cogía y me rebosaba mi panochita. Duramos 20 minutos de pura penetración, el ya se estaba empezando a cansar y luego no pudo aguantar más, sacó su pene y me lo echó todo en mi estómago, estaba como una zorra caliente. Yo ese día estuve muy contenta porque pude coger con mi vecinito que me encanta y pude sentir su semen en mi pancita, me fascina recordar que terminó cogiéndome muy rico.