Una mamada a mi tío

Recuerdo una vez cómo me pelee con mi prima por ser la que le diera una mamada a mi tío. 

Esto sucedió cuando yo todavía ni siquiera me había desarrollado por completo. Cuando me tuve que ir a vivir a casa de mi abuela porque mis padres habían conseguido un trabajo en Canadá. 

Allí vivía Andry, mi prima, hija de una de mis tías, mi abuela, y Jey, mi tío, un hombre que todavía no había conseguido esposa y que ya estaba un poco viejo. 

Desde que llegué a casa de la abuela, mi tío encontraba la manera de quedarse a solas conmigo y hacerme cositas deliciosas. Él me tocaba mi pequeño coño y me hacía sentir cositas demasiado placenteras, cositas que normalmente solo estan permitidas para los adultos. 

Cada noche él esperaba que mi abuela se durmiera para ir a mi habitación. La primera vez, me asusté un poco, nunca había hecho eso con ningún hombre, me dolió y lloré mucho. Pero, después de un par de visitas en mi cama, comencé a disfrutarlo. De hecho, no podía pensar en otra cosa que no fuera en su pene y siempre estaba dispuesta a darle una mamada a mi tío. 

Me encantaba el sabor de su leche y que le echara encima por todo mi cuerpo. Él dijo que pronto sabría lo que se siente ser follada por el culo, solamente estamos esperando a que pasen unos meses más para que mi cuerpo esté más maduro. 

Mis padres siempre llamaban y nunca les conté de mis noches de follada. No se lo dije a nadie, ni siquiera a mi prima Andry. Mi tío me dijo que podían llevarlo a la cárcel y que no podríamos follar más. 

Me peleé con mi prima por darle una mamada a mi tío 

Yo no estaba preocupada en lo absoluto, todavía no había tenido mi periodo. Por eso, mi tío podía meter su leche dentro de mí todas las noches sin miedo a que se formara un bebé dentro de mí. 

Cierta noche lo estuve esperando como todas las noches, pero él no llegó. Mi coño estaba muy caliente y húmedo, tan solo de pensar en que llegara a follarme. Esperé por mucho tiempo, pero nadie venía. Por lo cual, me levante sigilosamente y caminé por toda la casa hasta su habitación, pero allí no había nadie. 

Cuando voy de regreso a mi cama y paso por la habitación de mi prima, escucho sonidos que llamaron mi atención. Eran como jadeos y gemidos. Me imaginé lo peor. Andry era más pequeña que yo, pero me había contado que ya le había salido vello púbico, esa zorra también me dijo que soñaba con probar el pene de mi tío. 

Me asomé desde la puerta y pude ver a mi tío sentado en su cama. Ella estaba arrodillada frente a él y le estaba dando un mamada, mientras que con un mano se frotaba el coño. 

Él le pregunto, si estaba muy mojada y ella le respondió que sí, que ya era hora de que le metiera el pene en su vagina como todo el tiempo. Pude entender en ese instante que las visitas nocturnas de mi tío no eran solo para mí, él también visitaba a mi prima, quien sabe desde cuando. 

Me dio mucha rabia la escena, estaba celosa, ese pito grande y viejo tendría que ser solo mío y no lo iba a compartir con una zorra como Andry. 

Le doy una mamada a mi tío mientras mi prima me chupa el coño 

La puerta hizo un sonido que me delató y ambos se percataron de que yo los estaba observando. Sin embargo, no se asustaron ni trataron de explicar nada, más bien me invitaron a que pasara y que cerrara la puerta con seguro. 

Me senté en la cama sin saber qué hacer y mi prima seguía mamando el pito de mi tío. Él me dijo que me parara sobre la cama y que le pusiera mi coño en su cara. Así lo hice y mientras que Andry le chupaba el pito, él hacía lo mismo con mi coño. 

Yo gemía de placer y con mis manos sostuve su cabeza por el pelo empujándolo fuerte en mi vagina. Él me dijo que no hiciera tanto ruido porque la abuela vendría. 

Ahogué mis gemidos y le dije a mi prima que se retirara, que era mi turno de darle una mamada a mi tío. Esa zorra no quería hacerlo, así que la tomé por el cabello y reclamé mi lugar. 

Una mamada a mi tío Me introduje el pene lentamente en la boca e hice que llegara hasta mi garganta. Después, lo saqué con cuidado y succioné con bastante fuerza la cabeza. Mi tío hizo un gemido bastante potente, me quedó claro que esa zorra no le sabía mamar el pito como lo sabía hacer yo. 

No sé cómo lo hizo, pero mientras le estoy dando mi fantástica mamada a mi tío, Andry se las arregló para deslizarse en medio de mis piernas y chuparme el coño. Nunca había tenido una sensación de tanto placer. 

Follando con mi tío y mi prima 

Alcancé un orgasmo, mi tío también y saqué su leche con tanto placer que me la tragué por completo. Ahora solo faltaba Andry, así que mi tío la tomo, girándola para quedar a sus espaldas y sin contemplación la sentó sobre su pene todavía erecto. 

Con sus manos la tomó por las caderas y hacía que subiera y bajara con movimientos rítmicos. Ella era muy caliente y usaba una de sus manos para frotar su clítoris. 

Más fuerte, tío, que rico, dame más duro. Susurraba Andry. Yo estaba tumbada en la cama por el orgasmo que acababa de tener. Pero verlos me hizo poner caliente de nuevo. No pude evitar frotarme el clítoris y meterme los dedos en la vagina. 

Cuando mi tío hizo que Andry alcanzará su orgasmo, la tiró sobre la cama. Luego vino a mí y me dijo que no me preocupara, que también me metería el pene en unos minutos, que solo debía descansar un poco…