Fui a casa de mis padrinos a comer y me convencieron para hacer un trio

En esta historia voy a hablar del día en que fui a visitar a mis padrinos a su casa para ir a cenar y me convencieron para hacer un trío junto a ellos. Mi nombre es Teresa, tengo 20 años y desde que tengo memoria he sido muy unida con mis padrinos, ellos son las personas mas divertidas y agradables de mi familia. Mi padrino se llama Alberto y mi madrina se llama Julieta, ambos me han consentido desde que tengo memoria, cuando mis padres iban a trabajar me dejaban en su casa y disfrutaba mucho de su compañía.

Mis padrinos eran bastante jóvenes, tenían como 35 años en ese entonces y la verdad son una muy buena pareja, siempre se la pasan de lo mejor. Son super amorosos entre ellos y con todo el mundo, además, son extrovertidos y alocados, por eso me encantaba pasar mucho tiempo con ellos. Siempre pasábamos mucho tiempo juntos y cuando me mudé de mi casa para empezar mi vida propia nos veíamos más seguido porque su casa me quedaba cerca, salíamos a beber, a comer y en ocasiones a pasear por la ciudad.

Ellos disfrutaban mucho mi presencia, desean que yo era muy simpática, agradable y que a ambos les encantaba salir conmigo. Siempre me halagaban mucho cuando me decían esas cosas, me encantaba saber que la pasaban bien junto a mí, ya que, yo también disfrutaba mucho cuando pasaba tiempo con ellos. Siempre habíamos tenido mucha confianza y recuerdo que siempre no la pasábamos bromeando acerca de cosas sexuales y ellos solían contarme sus anécdotas que les habían ocurrido mientras tenían sexo, me encantaban esas historias. Seguramente por eso me convencieron para hacer un trio tan rápido.

Mis padrinos y yo estábamos pasando mucho tiempo juntos

Bromeábamos agarrándonos las nalgas y mi madrina me agarraba la vagina mientras estábamos viendo películas y así, pero era todo en broma. Yo siempre era la más pervertida de todas cuando estábamos en grupo, nunca me reservaba nada y mis comentarios siempre eran muy cochinos, soy una chica a la que le encanta el sexo sin compasión. Siempre terminábamos riéndonos a carcajadas y recordando todas nuestras locuras, y poco a poco la confianza entre mis padrinos y yo fue aumentando con el tiempo.

Cada vez los iba a visitar más seguido y en ocasiones me quedaba a dormir en su casa porque me daba flojera devolverme a la mía a altas horas de la noche. Una vez me quede en su casa para hacer postres y luego pasar viendo un maratón de series, ya teníamos todo planeado y me iba a quedar hasta el día siguiente.

Todo estaba excelente, empezamos a hacer una torta y otros postres para empezar con el maratón en la noche, los dulces quedaron muy ricos y luego seleccionamos la serie que íbamos a ver para empezar con la diversión. Mientras estábamos conversando nos pusimos todos en la cama a ver la serie y estábamos muy cómodos mientras comíamos dulces todos juntos, yo me sentía genial junto a mis padrinos.

Sin embargo, para mi sorpresa, empecé a notar que en la serie que estábamos viendo empezaban a pasar unas escenas sexuales que eran bastante excitantes y mis padrinos se estaban empezando a excitar. Yo también me estaba sintiendo un poco excitada, no lo voy a negar. Y debajo de mi sabana empecé a sentir que me estaban manoseando poco a poco por vagina, yo estaba en shock, no me esperaba eso.

Mis padrinos me convencieron para hacer un trío y yo quedé en shock

Era julieta que estaba manoseándome mientras Alberto estaba viendo todo lo que sucedía y ambos estaban muy calientes, yo le quitaba la mano para que me dejara. Pero, ella me decía que me dejara llevar por el momento y al final ambos me convencieron para hacer un trío, me sentía como una puta mientras ambos me tocaban por todas partes.

Mi padrino me estaba lamiendo la conchita muy rica mientras Julieta estaba encima de mí besándome y frotándome su vagina en mi piel, todos nos desnudamos y pude ver que mis padrinos tenían un buen cuerpo y quería cogérmelos a ambos. El pene de mi padrino era muy grande, cada vez se paraba y se ponía muy grueso y venoso, mi vagina estaba mojadita y me lo empezó a meter poquito a poco. Su pene estaba bombeándome fuertemente y yo estaba muy contenta porque estaba gozando mientras mi madrina estaba chupándome las tetas.

Luego empecé a gemir muy duro cuando mi padrino me cogió y me metía los deditos por el culo, estaba sintiendo mucho placer y no podía creer lo que estaba sucediendo. No puedo creer que me convencieron para hacer un trío esa noche, pero pase una de las mejores noches de mi vida junto a esos dos seres sexuales. Luego, Julieta estaba chupándome la vagina y yo estaba más húmeda que una cascada, tenia la vagina intermitente de tanto placer que me estaban dando.

me convencieron para hacer un trío y me estaba excitando la forma en la que me partían de tanto placer

Para rematar mientras me mamaban la totona me llegó Alberto por detrás y me metió su gigantesca verga por el culo, me estaba bombeando su pene y yo soltaba gritos fuertes de dolor. Era demasiado rio y doloroso y así duramos más de 2 horas continuas de puro placer, mi culo estaba dilatado y mi vagina estaba a punto de acabar. Yo sentía de todo, estaba sintiendo placer por todos mis hoyuelos con mis padrinos y estaba muy satisfecha, se me hace difícil pensar que me convencieron para hacer un trío.

Luego estábamos todos mus excitados y mi vagina estaba a punto de estallar, el pene de Alberto estaba hinchado y muy cabezón. En cuestión de segundos mi vaina no pudo aguantar esa mamada que me estaba dando mi dulce madrina y termine dándole fuertes chorros de mi liquido en su boquita. Y mi padrino tampoco pudo aguantar cuando vio eso y se corrió en mi culo al instante, estaba muy chicloso, pero me encantaba la sensación.

Esa noche me convencieron para hacer un trío y yo era adicta a todos sus jueguitos sucios, desde ese día era la nueva putita de mis padrinos y amaba que me cogieran duro.