Aún recuerdo la ocasión en la que estaba cogiendo con mi amante y llegó mi esposo a la casa, ese día se llevó una gran sorpresa. Mi nombre es Dana y llevo un matrimonio de 7 años con mi guapísimo esposo que se llama Marcos, los primeros 2 años fueron perfectos, pero luego todo fue cambiando y me comencé a aburrir en la cama. El me trataba muy bien y teníamos una buena economía, pero nunca tenía tiempo para mí y cuando cogíamos no era la misma intensidad que sentíamos en los primeros años.
Marcos es un hombre bastante apuesto y tiene un cuerpo espectacular siempre era muy atento conmigo y me daba todo el amor y la atención que me merecía. Sin embargo, él tuvo que cambiar de trabajo y desde ese momento trabaja muchas horas extras y nunca puede pasar más de 5 horas en la casa. Yo pasaba mucho tiempo sola en la casa, me ponía a ver televisión, jugar en el teléfono y siempre trataba de buscar la manera de distraerme mientras mi macho no estaba en casa.
Yo soy una mujer que le encanta el sexo, soy adicta a coger desde que tengo 15 años y adoro tener penes dentro de mi garganta, extraño coger a diario con mi hombre. Yo podía distraerme en la casa para no aburrirme ni sentirme sola, pero no podía ignorar las ganas de coger que tenía, desde hace tiempo que necesitaba que me dieran duro. Entonces, intentaba salir por el vecindario para evitar esos deseos de mi cabeza y ver si conocía amigos y conseguía otro tipo de diversión.
Mi esposo me dejaba sola por mucho tiempo y me aburria mucho en casa
Las primeras veces veía a varias personas conversando y me daba algo de pena incluirme en sus conversaciones porque no conocía a nadie. Pero un día llegó un chico muy apuesto y agradable hacia donde yo estaba, se presentó y tuvimos una conversación muy interesante y entretenida, me encantaba la forma en la que se expresaba. Su nombre es Gregorio y es un papasito, tenia un cuerpo fitness, unos brazos venosos y me fascinaba su hermoso rostro que tenía una sonrisa espectacular.
A cada instante me hacia un cumplido, yo me sonrojaba cada vez que me halagaba y siempre que podía le devolvía el cumplido para que supiera que me llamaba la atención. Yo le conté acerca de i situación actual y le dije que estaba comprometida con un hombre desde hace varios años, pero ya la chispa se está agotando. El me dijo que era bastante lamentable y que con una mujer como yo él nunca se aburriría y no le dejara de quitar el ojo de encima, me sentía muy bien hablando con Gregorio.
Ese día me despedí de él y quedamos para vernos al día siguiente en una placita que queda en la misma urbanización, me vestí muy hermosa y me arreglé para él. Mi esposo me había dicho que esa noche no iba a poder volver porque tenia un viaje de negocios y tendría que pasar la noche sola, esa noche me encontró cogiendo con mi amante. Yo no estaba dispuesta a pasar otra noche sola, ya tenía planeado pasar una noche de pasión junto a ese hermoso hombre que conocí aquel día.
Le dije a Gregorio para vernos en mi casa y mi esposo me encontró cogiendo con mi amante
Entonces, llegué para el lugar y me conseguí a Gregorio muy lindo y hermoso como siempre, nos saludamos y empezamos a conversar acerca de nuestro día. Ahora teníamos mucha más confianza que la vez en que nos conocimos y las conversaciones fluían mucho mejor y nos sentíamos bien juntos. El me dijo que no tenía planeado nada par hoy y yo le dije que mi esposo no iba a venir esta noche y que quería que él me fuera a visitar.
No me importó nada en ese momento debía ser directa para obtener lo que yo quería y necesitaba tener a ese papito en mi cama dándome nalgadas. El accedió y estaba muy emocionado, ya estaba claro de lo que iba a pasar en la noche y me quedo mirando con una sonrisa pícara. Quedamos para la noche y yo me devolví para mi casa, arreglé todo para pasar una noche perfecta y sentir el mayor placer vaginal de toda mi vida. nunca pensé que esa noche me iban a encontrar cogiendo con mi amante.
Recuerdo que Gregorio llegó a las 9 de la noche, yo le abrí la puerta y nos fuimos para mi cuarto a conversar y empezar con lo que ambos queríamos. Nos acostamos para relajarnos y empezábamos a acariciarnos, él era muy habilidoso con sus dedos y me hacia caricias finas por mi cuello y mis piernas. Yo empecé a desudarme y a manosearle el pene a Gregorio, era demasiado grande y venoso, me fascinaba como se ponía cuando lo apretaba.
Marcos me vio cogiendo con mi amante y esto lo excitó tanto que se lo quiso coger
Ambos quedamos desnudos en la cama y empezamos a coger como no cogía desde hace más de un año, me bombeaba mi vagina como si fuera un ogro. Estábamos cogiendo muy rico, me metía los dedos en el culo y yo gritaba como una puta, se sentía muy rico la forma en la que me azotaba con su pene. luego escucho que abren la puerta y para mi sorpresa era mi esposo Marcos, todos quedaos en shock, pero lo peor fue que mi esposo se desnudo y empezó a excitarse.
Tenia una cara de perversión y no dijo absolutamente nada, caminó hacia mí y me dio una nalgada, después se fue para donde estaba Gregorio y empezó a meterle el pene. Gregorio se sentía extraño, pero no sabia que hacer y se dejó coger por mi esposo, le metieron el pene duro y yo estaba observando todo esto, me encantaba lo que veía. Mi esposo me encontró cogiendo con mi amante y estaba gozando del culito de Gregorio, ambos gemían del placer y yo los manoseaba a los dos.
Después de unos minutos ambos estaban muy excitados y mi esposo le llenó el culo de leche a Gregorio, que una de las mejores penetraciones que he visto. Después de ese nos convertimos en los 3 mosqueteros siempre cogíamos juntos y veía como mi esposo y mi amante se cogían entre sí. Estoy feliz de que mi esposo me encontrara cogiendo con mi amante.