Mi experiencia sexual con mi amigo de la universidad

Mi nombre es Grecia y tengo 20 años de edad, les contaré la historia acerca de mi experiencia sexual con mi amigo de la universidad. Se podría decir que soy atractiva, tengo el cabello castaño y rizado, además de una figura bastante sexy y contorneada y sendas bichas. Yo tengo un amigo que conocí en la universidad, su nombre es Santiago y desde el momento en que nos conocimos me agradó mucho y empezamos a tener bastante cariño, no creerán lo que pasa después.

Santiago era muy atento conmigo, siempre me trataba como su chica buena y me ayudaba en todo lo que podía mientras estábamos en la universidad. Sinceramente el siempre me pareció un chico muy lindo, tiene 20 años igual que yo, cabello castaño liso y una sonrisa encantadora que siempre conseguía excitarme mucho. Con el pasar de los meses nos volvíamos cada vez mas unidos, en ocasiones íbamos a estudiar en mi casa o a la de él, pasábamos momentos divertidos y alocados. Constantemente fantaseaba con que se volviera aún mas alocado y de repente me tomara por atrás y me llenara de su leche.

Mi amigo de la universidad empezaba a ser más cariñoso y expresarse libremente cuando estaba junto a mí, se sentía bastante bien. En cuanto yo noté todo eso, súper excitada, empecé a devolverle todo ese afecto, esperando que se animara a darme su jugosa y dura verga hasta que me faltara el aire.

En ocasiones deseaba que mi amigo de la universidad me cogiera

De repente un día en la universidad Santiago me invita a su casa para realizar un trabajo en la universidad y si quedaba tiempo “ver una película”. En mi mente pensé que no habría acción, puesto que, ya habíamos ido varias veces a su casa e iba a ser un día como los demás. Entonces, llegó el día en que íbamos a estudiar en casa de mi amigo de la universidad, me puse lo más perra que encontré en mi guardarropa que pude y me dirigí a su casa.

En el momento que llegué toqué la puerta y me abrió Santiago, como yo quería que él me abriera las nalgas, estaba más arreglado de lo habitual y estaba perfumado, nunca lo había visto tan hermoso. Me pidió que pasara a empezar a realizar el trabajo para que nos diera tiempo para disfrutar de una película los dos juntitos. Apenas llegamos empezamos a realizar el trabajo, duramos como 2 horas seguidas elaborándolo hasta que por fin lo finalizamos, estaba emocionada.

Justo a tiempo para poder ver una película juntos, yo quería que me arrasara el culo, pero luego Santiago me miró a los ojos y me dice que si quiero ver una película. Evidentemente yo le respondí que sí, que estaría muy encantada, colocó la película que íbamos a ver en su cuarto, nos acostamos en su cama y nos pusimos cómodos. Me sentía bastante bien porque él estaba muy cerca de mí, su cuerpo estaba calentito, y yo tenía mi cabeza recostada en su pecho, que rico se sentía.

Él estaba totalmente antiparabólico, mirando la película, es decir, eso está bien pero yo quería que me prestara más atención a mí. Pero yo no tenía el valor como para decirle algo, así que empecé a moverme.

Me estaba poniendo puta para mi amigo de la universidad

Me solté el pelo, y me afloje los botones de la blusa, pero aún, nada, así que recurrí a medidas extremas. Me moví sutilmente en dirección a él poniéndome “de cucharita” intentando que él desatara toda su lujuria reprimida sobre mí.

En un momento pensé que posiblemente era gay, pero él comenzó a notarme más. En algún punto mis movimientos se tornaron demasiado evidentes, mi chocho estaba a rebosar, y parece que comenzó a entender ¿Por qué algunos hombres son tan tontos?

Posterior a eso mi amigo de la universidad se sintió en confianza y se puso más cariñoso conmigo, empezó a acariciar mi rostro y mi cabello. Esto me pareció muy bien, intente soltarme aún más, dejando escapar algún sonido gutural para hacer que se excitara tanto como yo.

Esto siguió por un rato, lo cual se sentía bien, pero siguió por un rato más y empecé a aburrirme, parece que no había entendido aún. ¿Qué acaso en este punto no era obvio que yo quería que mi amigo de la universidad de toda la vida me esfaratara la totona?

Él seguía simplemente acariciándolo, yo quería que profanara todo mi cuerpo y me tratara como la puta más barata de Israel. Pero parece que no entendió el mensaje, a algunos hay que explicarles la situación con manzanas, entonces use las dos grandes que tengo en el pecho.

Me desesperé porque quería que mi amigo de la universidad me rompiera la vagina

No aguanté un segundo más, y entonces me quité la blusa y le puse las tetas en la cara, lo veía con lujuria, parece que no entendía mucho, yo estaba casi enfadada, urgida por su pene. Y entonces. Cuando pensé que la situación no podía ponerse más incómoda, sonrojada, y medio desnuda frente a él me preguntó:

  • ¿Estás bien?

Esa fue la gota que derramó el vaso, tienes a una mujer divina frente a ti, con los pechos al descubierto ¿¡Y eso es todo lo que tienes para decir!?

No dije nada, solo le quité los pantalones a la fuerza y empecé a mamarle la verga, quería tomar todo lo que era mío. Empecé a lamer todas sus zonas erógenas con calentura y algo de rabia, quería dejarlo súper duro para que me penetrara hasta que me hiciera suplicarle que parara.

Él aún tenía una cara de sorpresa y estaba en shock, pero no me importó, y él se fue ajustando a la situación. Luego de unos segundos parece que por fin reunió el coraje para tomarme del pelo y atragantarme con su venoso sangriento. Yo me estaba ahogando, líquido preseminal y mucha saliva comenzaron a empapar mi cara y mi pelo, pero yo pensaba:

-¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! ¡Pipeee!

Se me hacía difícil respirar, pero me encantaba, no veía la hora de que me hiciera toda suya y me dominara hasta que deseara no haber nacido. Quería que me maltratara, me usara, me utilizara de cuero y luego me dejará como un trapo en su cama, sin fuerzas esperando la siguiente ronda.

Se sentía rico cada vez que Santiago me azotaba

En un momento el acabó, en ese momento, me agarró duro por el pelo y me impaló con su verga que llegó tan profundo que casi me hace vomitar. Un chorro caliente de esperma llenó toda mi boca, creo que salió un poco por mi nariz, me sentía sin aliento y mi mente estaba en blanco.

Lo siguiente que recuerdo es que él estaba sobre mí, dando fuertes embestidas contra mi cuerpo, me sentía indefensa, vulnerable, pero al mismo tiempo muy excitada. En un momento, el paró por un segundo, y se acercó a mi oreja, y con un tono dominante y soberbio me dijo al oído en voz baja.

-Grecia, estoy que exploto…

Lo caliente de su aliento inspiraba lujuria y apetito sexual del más impuro en esta tierra, quería siguiera, de repente sentí un empujón fuerte que incluso dolió un poco. Yo dejé escapar un gemido muy fuerte y me tomaba el pelo mientras que le repetía que por favor lo hiciera más duro.

Él siguió arremetiendo contra mí de una forma salvaje y desproporcionada, me decía muchos insultos que me excitaban cada vez más, aunque no entendía muy bien por qué, en ese momento se disparó mi deseo cuando me acusó:

  • Maldita harapienta golfa sucia, ¿cómo pudiste hacerle esto a tu mejor amigo?

A lo que, entre gemidos y respiración agitada, respondí.

  • …¡Ah! Y-yo… ¡Uhhh! ¡C-CASTIGAME! ¡AHH!

Mi placer estaba al máximo, sentía que su gordo pene lujurioso me saldría por la boca, estaba al borde del clímax. Mi amigo de la universidad seguía perforándome profundamente la panocha, ¡no podía aguantarlo más! Me corrí como nunca antes lo había hecho, soltando un grito desgarrador del más obsceno placer masoquista que llegó a existir, pensé que se había terminado.

Mi amigo de la universidad estaba haciéndome llegar al orgasmo

Me sorprendió darme cuenta que mi amigo de la universidad no había terminado, justo cuando empecé a sentirme en calma, él me tomó y me lanzó con violencia en otra postura, y empezó a metérmela en el culo.

Yo jamás había hecho algo así, sentí mucho miedo, y le dije:

  • E-e-¡espera! ¿¡Qué demonios te ocurre!?
  • Cállate puta inservible, te voy a agujerar

Justo en ese momento mi amigo de la universidad me escupió el ano y abalanzó su gran verga en mi trasero con la fuerza de un sansón. Nunca me habían hecho algo como eso, estaba aterrada, me dolió mucho al principio, pero cuando por fin había entrado toda se me escapó un gemido sórdido de placer y dolor inmundo que casi me borra la memoria.

El asalto duró unos dos minutos más hasta que me dio otra descarga de su semen espeso en mi culo, que me quemada por dentro y me revolvía de placer. Su ardiente jugo de amor me llenó toda por dentro mientras que yo me babeaba, las acometidas contra mi culo fueron tan salvajes que me dolió como por una semana.

Y así fue mi experiencia con mi amigo de la universidad que me dejo deseando más de ese jugoso pene, lamentablemente, luego de eso no quiso hablarme más, pero aún muero por ser su puta sucia en otra oportunidad.