Nos cojimos a una extraña culo grande en un hotel

Al subir la escalera de salida del restaurante, a la vista de todos, caigo hacia delante y me apoyo en los escalones, con el culo al aire. En ese preciso momento me agarras la cintura con una mano y la otra sube directamente entre mis piernas.

En menos de dos segundos tus dedos se deslizan suavemente dentro y luego fuera de mi coño empapado provocándome un gemido. Un par de personas se apresuran a socorrerme al ver la caída y salimos corriendo.

Nuestro chófer abre la puerta y entramos en el coche. Empezamos a besarnos despacio; tú me muerdes el labio y yo te chupo el tuyo. Tiras de mí, me pones a horcajadas sobre tus piernas, tus manos acarician suave y discretamente mi trasero bajo el vestido corto. Me besas en la cara, en el cuello, me muerdes y me chupas la piel.

Nos cojimos a una extraña culo grande en un hotel

Dejas caer los tirantes de mi top hasta mis hombros y éste se desliza por mi cuerpo. Mientras me sostienes los pechos con las manos, empiezas a rozarme los pezones con los pulgares y luego me los pellizcas con firmeza. Gimo y arqueo la espalda empujando las tetas hacia delante y la cabeza hacia atrás, apretando mi coño contra ti.

La radio está a todo volumen.

Me agarras juguetonamente las nalgas y empiezas a acariciármelas despacio con un dedo. Levantas el dedo un centímetro de mi boca, escupo sobre él y vuelves a bajar la mano. Me vuelves loca y en pocos minutos mi culo sube y baja sobre la punta de tu dedo meñique.

El coche se detiene frente al hotel y entramos en el bar. Mientras nos pides una botella, una mujer de pelo oscuro y curvas voluptuosas sale torpemente del bar y se dirige al baño.

Tú sonríes, me miras mientras me acaricias la mejilla y yo la sigo dentro. Está frente al espejo, no se da cuenta cuando me aflojo la cadena y se me cae al suelo. Ella la recoge y se ofrece a ponérmela de nuevo.

Le miro los labios y acerco su cara a la mía. Meto mi lengua en su boca, chupo la suya imaginándola dentro de mí. Caminamos hacia el ascensor, nos sigue y subimos al ático.

La puerta se abre y nos llevas a los dos al dormitorio. Sirves una copa. Mientras ella está de pie, la desnudas lentamente y cuando llegas a bajarle las bragas, su coño está hinchado haciendo que sobresalga su clítoris. Muy rosa.

Le agarras los labios grandes y gordos y se los chupas. Me arrodillo en el suelo a tu lado y la saboreo en tu boca mientras la empujas hacia la cama. Está completamente desnuda. Separo sus piernas, veo cómo se abren los labios de su coño y trazo mi lengua a lo largo de él hacia su duro y rosado clítoris. Lo rodeo con los labios y lo chupo.

Íbamos al hotel

Lo meto y lo saco de la boca, pasándole la lengua. Le meto dos dedos. Su coño está lleno de su jugo, goteando, deslizándose por su raja del culo. Empieza a darme palmadas en el culo cada vez más fuertes.

Mientras mis dedos se meten en su coño, los arqueo dentro de ella hacia su estómago mientras los presiono firmemente con la otra mano y noto cómo se tensa y empieza a chorrear sobre mis dedos. La estoy frotando profundamente.

Ella está temblando y gimiendo mientras tú me metes tu polla grande y dura empujando mi cara en su coño. Me follas tirándome de la garganta, me la metes tan profundo como puedes y ella se corre por toda mi cara, cuello y pecho.

Está tan perdida.

Se queja de que quiere mear.

A quién le importa, estoy tan mojada y necesito algo más. Tu polla sigue jodidamente dura.

Me arrastro por su cuerpo y estoy chupando sus enormes tetas. Sus grandes pezones erectos en mi boca. Subo a horcajadas sobre su cabeza mirando su boca llena y su gran nariz. ¡Qué bien me lo voy a pasar!

Estoy flotando sobre su cabeza mirando hacia sus pies. Estoy sentada sobre su cara, pero algo no va bien. Me inclino hacia atrás y le escupo por toda la cara, luego vuelvo a sentarme sobre ella.

Le follé la cara

¡Joder! Está tan guapa rodeada y asfixiada por mi coño pegajoso y empapado…

«Fóllale la cara» dices…

…¡y lo hago!

Rechinando y cabalgando sobre su cara. Deslizándome sobre ella. Levantando su barbilla y asegurándome de que toda su cara queda cubierta por mi coño. Desde la parte superior de mi raja del culo hasta mi clítoris me estoy asegurando de que su boca y su nariz se deslizan arriba y abajo de mí.

Estoy cabalgando sobre su cara como si fuera tu polla. No la dejo salir a tomar aire. Quiero que sea asfixiada por mi coño hasta que me haga correr.

Puedo verte.

Estás frente a ella, de cara a mí.

Abres y levantas sus piernas.

Pensé que ibas a follarle el coño, pero la levantas un poco y le metes tu enorme polla en el culo. Yo cabalgando sus grandes labios y su enorme nariz y tú follándote su asqueroso y apretado culo. Me agarras los pezones y tiras y pellizcas con fuerza mientras los dos nos la follamos.

Le quito el coño y ella gime que tiene muchas ganas de mear. Le sacas la polla del culo y se la metes en el coño mientras yo me siento sobre su cara y le grito que me folle más a fondo con la lengua.

De repente empieza a gemir y cuando empieza a mearse encima los dos nos corremos dentro y encima de ella. La mandamos a casa en taxi con algo de dinero y nos dormimos con el recuerdo del polvo más loco que hemos tenido en mucho tiempo.