Mi hermanito pequeño, Charly, tiene 16 años y su hormonas están en pleno apogeo. Como mis padres no le dejan salir para encontrar chicas, yo decidí ayudarlo dándole una paja china a mi hermano para que pudiera descargar todo su semen en mí.
Esto sucedió un día común y corriente cuando recién llegué de la escuela. Charly había llegado antes que yo y estaba en su habitación. Normalmente, estábamos solos en casa hasta la noche cuando mis padres regresaban del trabajo, por lo que la gente solía pensar que teníamos muchas libertades, pero la realidad era todo lo contrarío. Mis padres le pagaban al vigilante del condominio para que verificara la hora en que llegábamos a casa, también era su trabajo obstruir nuestro paso si intentábamos ir a la calle y en caso de escaparnos su tarea era avisar inmediatamente a nuestros padres.
Como castigo, papá y mamá nos restringían cosas que nos gustaban. Así que no teníamos más remedio que obedecer.
Ese día, cuando llegué de la escuela, como siempre, me encerré en mi habitación y me preparé para escuchar música y relajarme un poco. No me preocupaba por mi hermano, ya que lo más seguro es que estuviera sumergido en sus videojuegos como de costumbre. Sin embargo, al buscar mis audífonos, no podía encontrarlos por ningún lado en la habitación y supuse que mi hermanito los había tomado prestados sin decir nada.
Fui hasta su habitación y sin avisar abrí la puerta para toparme con una tremenda sorpresa. Mi hermano estaba tendido en su cama, totalmente desnudo, jalando su pene hacia arriba y hacia abajo.
Le di una paja china a mi hermano
¿Qué es lo que estás haciendo con tu pene? Le dije en tono de burla.
Él se sintió avergonzado y utilizó la almohada para taparse sus pates, pidiéndome que me fuera.
No te preocupes, yo también lo hago ¿Ya metiste tu polla en alguna vagina hermanito? Le dije tratando de romper el hielo.
Todavía no lo he hecho, ¿me dejarás hacerlo en la tuya? Me respondió interesado en follarme.
No puedes hacer eso, somos hermanos, pero puedo ofrecer algo similar ¿Sabes qué es una paja china? Le dije mientras me quitaba mi blusa y mis sostenes.
Me senté en su cama explicándole lo que debía hacer. Apreté mis tetas, una contra la otra y le mostré por donde debía pasar su pene.
Él se emocionó y se levantó enseguida con polla dura y erecta para seguir mis indicaciones. Metió su pene en el agujero que quedó en medio de mis tetas y empezó a hacer los movimientos de cadera que yo le decía.
Para que disfrutara mejor su primera paja china, bajé el rostro para que la punta de su pene se introduciera en mi boca. Eso lo enloqueció y empezó a gemir más fuerte mientras aumentaba la intensidad de sus movimientos.
Aunque solo estaba haciéndole un favor a mi hermano, ver y sentir su polla grande en mí me hizo excitar, así que decidí llevar la paja china al siguiente nivel.
Después de una paja china a mi hermano lo desvirgué en su habitación
Si la paja china es algo tan genial, no puedo imaginar lo bien que se debe sentir meter el pene dentro de una vagina, me voy a correr encima de ti hermana. Me dijo Charly entre gemidos y jadeos.
Sus movimientos se aceleraron y su carga de semen salió disparada con tanta fuerza que me salpicó todo el rostro. Yo abría la boca y traté de succionar su punta para que no quedara ni una gota de líquido dentro de él.
¿Te gustó hermanito? Lástima que te corriste tan rápido, me estaba excitando con la paja china e iba a introducir tu polla dura en mi vagina. Le dije perspicazmente.
Cuando escuchó mis palabras, su pene que se había puesto suave volví a estar erecto de nuevo y eso me hizo excitar más.
Retiré mis pantalones y mis pantis. Me acosté en su cama y abrí las piernas para exponer mi vagina rosada y depilada. El chico se emocionó tanto, que de un brinco se subió a la cama y usaba su glande para acariciar mi coño húmedo.
Que mojada estás hermana, ¿esto es lo que pasa cuando una mujer quiere un pene dentro de su vagina? Me dijo mientras frotaba su pene con mi clítoris. Quisiera probar su sabor.
Mi hermano metió su cabeza en medio de mis piernas y con su lengua lamia con delicadeza. Tuve que guiarlo un par de ocasiones, pero para ser su primera vez, era una mamada que no estaba mal.
Me follé a mi hermano y solo le iba a dar una paja china
Yo gritaba de placer, no me preocupaba nada porque estábamos solos en casa y mis padres todavía no llegarían.
Utilicé mis manos para enterrar con fuerza su cara en mi coño y tomándolo por el cabello, lo movía por los lugares en que debía pasar su lengua. Le pedí que succionara mi clítoris y mis labios. También le dije que mientras lo hacía, con una de sus manos me introduciera los dedos en la vagina.
La sensación era maravillosa, el pequeño Charly tenía talento. Me hizo alcanzar un orgasmo estruendoso en un par de minutos. Mis piernas temblaban y mi vagina expulsaba litros de líquido, por tanto placer.
Charly levantó su rostro y mi lubricación viscosa estaba por todos lados de su cara. Sonrió y sin mediar palabras metió su pene en mi vagina, realizando los movimientos de cadera que ya la había explicado al inicio.
Mi clítoris sensible me hacía retorcer con sus embestidas. Él también lo estaba disfrutando porque volteaba sus ojos y gemía fuerte.
Esto es mejor que la paja china hermanita. Me dijo susurrando al oído.
Puede sentir la aceleración de corazón y supe que se correría de nuevo. Eso excitó más y nuevamente tuve un orgasmo casi a la par del de Charly.
Nos quedamos en la cama unos minutos sin decir nada, luego me levanté y me vestí para volver a mi habitación.
¿Podemos hacerlo seguido? Me dijo el chiquillo sonriendo, no respondí nada y solo me despedí con una sonrisa.