Recibimos una visita inesperada en mi casa, mi primo se aprovechó de mi inocencia y me desvirgó

Esa fue una visita que nunca olvidaré, mi tía y mis primitos vinieron de visita y se tuvieron que quedar en nuestra casa por unas semanas, fueron como unas pequeñas vacaciones. En mi casa solo vivimos mi madre y yo, tenemos una casa bastante grande con muchos cuartos, a la familia de mi tía le ocurrió un inconveniente en la casa donde viven y se tuvieron que venir a la nuestra por un tiempo. Fue bastante divertido, adoraba pasar tiempo con mi familia, mi primo se aprovechó de mi inocencia y me cogió mientras nadie nos veía.

Mi nombre es Mariela, tengo 15 años, soy una niña bastante linda, educada, simpática, y todos dicen que soy tierna y adorable, además tengo un cuerpito bastante lindo. Mis primitos son pequeños, Carlitos tiene 6 añitos y Juan tiene 8 y el único grande es Pablo que tiene 16 años, es bastante lindo y muy inteligente. Fue mi primo mayor el que me sedujo y terminó desvirgándome, es bastante habilidoso, me llamaba mucho la atención y siempre estaba pensando el él después de todo lo que me hizo.

Mi madre y mi tía son bastante unidas, ella vive un poco lejos de donde vivimos, casi nunca la vemos, solamente cuando vamos a su casa a pasar las vacaciones de verano.  Yo también me la llevo muy bien con ella, me tiene mucho aprecio, adoraba pasar tiempo con ellos y no tenía problema alguno porque estén en mi casa. Yo soy una chica que no sale mucho, la mayor parte de mi tiempo me la paso en el colegio y cuando salgo de allí solamente estoy en la casa y me entretengo haciendo cosas con mi madre.

Mi primo era bastante agradable, me gustaba pasar tiempo con él durante las noches cuando todos se dormían

Pero, ahora que estaban mis primitos por aquí, tenía mucho con que distraerme, son muy divertidos todos y me hacen reír demasiado. Pablo también me parecía bastante divertido, lo quiero mucho desde que eremos chiquitos, nos tenemos mucho aprecio y hablamos demasiado, recuerdo que siempre nos quedábamos hablando hasta altas horas de la madrugada cuando nuestras madres se dormían. Me estaba empezando encantar pasar tiempo con él, sentía que estaba empezando a llamarme la atención, lo miraba fijamente cuando hablaba conmigo y después de dormir pensaba en él, no sabía lo que me estaba pasando.

Yo nunca había tenido novio, siempre había querido tener a alguien que me hiciera sentir enamorada y que él también me amara a mí, y Pablo era lo más cercano que tenía.  Creo que por eso estaba sintiendo todo eso por él, soy muy inexperta y él es atento, lindo, agradable y me hace sentir feliz. Después de que se enteró de esto mi primo se aprovechó de mi inocencia y me terminó desvirgando. Al principio solamente hablábamos de nosotros, acerca de las cosas que nos gustaban, todo lo que nos llamaba la atención y también de algunos rumores y chismes divertidos.

Sentía que yo le llamaba la atención con el pasar de los días, demostraba más interés y cada vez me trataba con más confianza y ternura. Adoraba que me hiera sentir amada, todo el día esperaba con anhelo a que todos en la casa se durmieran para conversar con Pablo durante toda la noche, me estaba empezando a enloquecer ese chico. Recuerdo claramente que una noche todo se empezó a tornar más caliente, Pablo me dijo que yo le parecía una niña muy linda y me confesó que yo le gustaba mucho.

Mi primo se aprovechó de mi inocencia, comenzó a seducirme y me terminó desvirgando toda.

Yo no podía creerlo, me sentía halagada él era el primer chico que se había fijado en mí y me había dicho tantas cosas lindas, por eso quedé enamorada y le dije que también me gustaba mucho. En el momento en que dije eso el me robó un beso, yo le seguí el beso y se sintió demasiado bien, me estaba empezando a tocar el cuello. Mientras más me acariciaba más excitada me sentía, mi vagina estaba palpitando y me daba cosquillas, él me dijo que me dejara llevar y comenzó a quitarse la ropa. Mi primo se aprovechó de mi inocencia para seducirme y cogerme.

Yo me estaba comenzando a sentir nerviosa, pero estaba ansiosa por saber lo que iba a pasar, pablo quedó completamente sin ropa frente a mí, su pene era grandísimo y no sabía cómo iba a entrar en mi vagina. Luego me empezó a quitar mi ropita, me desnudó y empezó a chuparme la conchita, se sentía muy rico y no quería que parara, su lengua estaba muy deliciosa y mi vagina estaba empezando a botar fluidos corporales.

Adoraba todo lo que me estaba haciendo, mi vagina ya estaba dilatada y mi primo hizo que me corriera en su boca, se tragó todos mis fluidos y yo quedé super satisfecha. Luego noté que su pene estaba muy enorme, estaba totalmente erecto y muy viscoso, lo colocó en la entrada de mi vagina y empezó a meterlo poco a poco, me dolía demasiado y quería que parara. Sin embargó, el me dijo que me calmara y continuó metiéndolo, me lo metió completico y me estaba bombeando, se sentía algo de dolor, pero me daba mucho placer al mismo tiempo. Mi primo se aprovechó de mi inocencia.

¡La pasamos demasiado rico esa noche, mi primo se aprovechó de mi inocencia y me rompió la panochita!

Ya el dolor se estaba yendo y solamente sentía placer puro, le gemía en el oído para que se excitara mucho más, no podía creer lo rico que se sentía coger con mi primo. El me bombeaba cada vez más duro, llevábamos 50 minutos cogiendo sin descanso, me estaba empezando a sentir agotada y mi primo no paraba. Cada vez soltaba gemidos más fuertes, no me importaba que alguien se despertara porque estaba tan excitada y feliz.

Luego de un rato mi primo sacó su pene y me echo todo su semen en mi barriga, se sentía muy caliente, fue uno de los momentos más placenteros de mi vida. qué bueno que mi primo se aprovechó de mi inocencia, descubrí lo mucho que lo amo y el a mí.