Una noche estaba en una discoteca con mi novio y algunos de nuestros amigos. Yo estaba un poco borracha y a mi novio no le gusta mucho bailar, así que me dejó bailar sola.
Mientras bailaba, se me acercó un chico y me preguntó si quería bailar con él. Y le dije que sí. Empezamos a bailar juntos con la música.
Miré furtivamente en dirección a donde estaba sentado mi novio. Estaba disfrutando de sus bebidas, charlando y mirando a su alrededor despreocupadamente, observándome a mí y a los demás bailar. Después de bailar un rato con este desconocido, empezó a ponerse un poco más atrevido.
Me apartó de la mesa de mi amigo y empezó a pasarme las manos por la espalda y el culo. Había bebido unos cuantos vasos de vodka y Redbull antes de entrar en la pista de baile, así que ya me sentía un poco borracha.
Fui a bailar y terminé siendo infiel
No fui muy convincente cuando le pedí que me quitara las manos del culo. Después de bailar un rato, volví a mi mesa a beber. Bebí un poco y luego fui al baño, ya que me sentía muy presionada por tanta bebida.
Cuando llegué al baño, vi que el chico con el que había bailado antes me había seguido al baño.
Me bloqueó mientras intentaba entrar en el baño y me dijo: «Estás muy sexy y me encantaría follarte. Mira lo que me has hecho con tu bailecito». Y diciendo eso, se llevó la mano a la entrepierna y pude ver un gran bulto perfilando sus pantalones.
Estaba bastante duro y parecía bastante grande por dentro. Por un segundo me sentí aturdida por la forma en que me había hablado. Y mientras yo lo miraba, se abrió la cremallera y el botón del pantalón y sacó su polla dura y desnuda. Mirando su gran polla, se me hizo la boca agua ya que estaba un poco cachonda después del baile y las copas.
Le dije que había sentido algo mientras bailaba, pero que no creía que fuera tan grande. Antes de que pudiera decir más, me agarró la mano y la mantuvo sobre su polla dura y dijo: «¿Sientes lo dura que me la has puesto?».
Me gustó cómo sentía su polla en mis manos. Sus venas sobresalían y se sentía tan sexy. Le pasé las manos por toda la polla. Mientras le frotaba la polla, volvió a agarrarme y me sacó de la discoteca por la puerta de atrás, que estaba justo al lado del baño. Yo estaba muy borracha y muy cachonda mirando aquella polla tan grande y dura, así que le seguí sin pronunciar ni una sola palabra.
Me arrastró detrás de él hacia una zona oscura del aparcamiento, con su polla colgando fuera de sus pantalones y colgando alrededor. Parecía tan sexy. No había nadie alrededor. Se bajó los pantalones y pude ver su polla dura y desnuda en todo su esplendor. Medía unos 20 cm y era bastante gruesa.
Podía ver la lujuria en mis ojos, mirando su polla desnuda. Me empujó de rodillas y se puso delante de mí, con su polla mirándome fijamente a la cara. Sin más dilación, besé la punta de su polla y la lamí con la lengua. La cabeza del hongo púrpura se veía tan sexy y reluciente. Sabía tan delicioso.
Me llevé la cabeza a la boca y empecé a rodearla con la lengua. Empezó a gemir un poco, lo que me puso aún más cachonda. Empecé a chuparle la polla por los lados y a pasarle la lengua por toda la polla. Y también a lamerle los huevos. Eran enormes y colgaban muy bien.
Se puso inquieto, me agarró del pelo y empezó a meterme la polla en la boca con fuerza. Y comenzó a hablar sucio como «Chupar mi polla dura. Haz que me corra. Quiero correrme dentro de tu puta boca». Esto me puso más cachonda y se la chupé fuerte y profundamente dentro de mi boca.
Siguió follándome la cara durante un rato y luego me metió la polla hasta el fondo de la boca y siguió así. Podía sentir como su cuerpo se tensaba y entonces soltó un chorro de semen dentro de mi boca. Sentí su semen golpeándome en la parte posterior de la boca y él la sacó. En el proceso, chorreó su semen por toda mi cara.
Fue una gran carga para ser honesta
Fue una gran carga para ser honesta. Era la primera vez que alguien se corría en mi cara y en mi boca. Mi novio es bastante conservador y sólo cree en el sexo vainilla.
El desconocido me dio una palmada en la cara con su polla que cojeaba lentamente y me preguntó: «Te ha gustado, ¿verdad, zorra?». Con la boca llena de su semen, lo único que pude hacer fue asentir. Empecé a levantarme, pero él me sujetó y me dijo:
«Chúpamela otra vez y ponme dura, quiero follarme tu coño de zorra». Empecé a chupársela y en un santiamén la tenía dura y lista de nuevo. Yo estaba muy cachonda y solo quería su gran polla dentro de mi coño.
Yo llevaba un vestido corto con bragas y sin sujetador. Tiró de mí después de que él era todo duro y me dio la vuelta y se inclinó sobre un coche. Me subió el vestido y de un tirón me bajó las bragas hasta el final. Mi coño ya estaba mojado de anticipación. Se detuvo después de desnudarme por debajo de la cintura y me preguntó: «¿Quieres mi polla, sucia zorra?».
Me hizo rogarle que me follara duro como la zorra que era. Y entonces puso su polla sobre mi coño ya mojado y lo frotó todo y lo metió hasta el fondo de un solo empujón. Un pequeño grito se escapó de mis labios, pero en un segundo empecé a disfrutar de su dura polla dentro de mi coño.
Mi novio no es muy grande y pude sentir como su gran polla exploraba algunas zonas a las que nunca había llegado. Yo estaba muy caliente y se estremeció y llegó en tan sólo unos minutos de su mierda dura. Tuve un orgasmo loco y me sentí débil en las rodillas.
Pero él no se detuvo ahí. Siguió follándome y tuve dos orgasmos más. Y entonces me susurró al oído: «Voy a correrme dentro de tu coño de zorra, nena». Me asusté y le pedí que no se corriera dentro de mi coño.
Siguió follándome con fuerza y me dijo que iba a correrse dentro de mí. Le supliqué que no se corriera dentro de mi coño y le dije que podía correrse donde quisiera menos en mi coño. Entonces me dijo: «Vale, zorra, ponte a cuatro patas y abre bien las piernas».
Hice lo que me dijo y entonces vino detrás de mí y entró de nuevo en mi coño y empezó a follármelo. Al cabo de unos minutos me escupió en el culo y, sacando la polla del coño, empezó a restregármela por el culo.
Me sentí bien pero también asustada. Nunca había tenido sexo anal. Y mirando su enorme y gruesa polla me estremecí de miedo y le pedí que no hiciera lo que creo que estaba intentando hacer. Me dijo: «Cállate, zorra. Como no quieres que me corra dentro de tu coño te voy a follar tu culo de aficionada y me voy a correr dentro de él». Parecía que no tenía otra opción así que le dejé seguir.
Y empujó su polla dentro de mi culo apretado
Y empujó su polla dentro de mi culo apretado. Me dolió muchísimo. Grité un poco pero él lo amortiguó con sus manos en mi boca. Y siguió empujando su polla dura y gorda dentro de mi culo virgen, que ya no lo era. Me dolió un rato y poco a poco empecé a disfrutarlo. Siguió follándome duro por detrás con sus pelotas golpeando mi coño y tuve otro orgasmo.
Parecía dispuesto a correrse también, a juzgar por la forma en que empezó a retorcerse y su polla se tensó dentro de mi culo apretado. Y sentí cómo se corría dentro de mi culo. Podía sentir su semen golpeando mi interior y sintiéndose caliente y goteando fuera de mi culo por mis piernas. Se corrió un poco en mis nalgas y luego se quedó flácido.
Volvió a meterse la polla en los pantalones y me miró. Yo estaba sucia, con semen por toda la cara y el culo, y toda sudada. Cogió las bragas que tenía cerca y se las metió en los pantalones. Me pasó una tarjeta con su número y me dijo: «Zorra, llámame cuando quieras mi esperma en tu culo, boca o coño. Ahora puedes irte con tu novio».
Con esas palabras se dio la vuelta y se dirigió a su coche, que estaba aparcado cerca, y se marchó. Me quedé allí de pie sintiéndome como una sucia zorra. Volví a la discoteca, me limpié un poco en el baño y volví con mi novio. Estuve fuera unos 40 minutos y me preguntó «¿dónde estabas?». Le dije que me había encontrado con una vieja amiga y que estaba charlando con ella.
Hasta la fecha no ha sabido la verdad. Fue una de las cosas más locas que me han pasado.